El gran desafío de organizar un volumen sobre Clarice Lispector (1920-1977) reside en decir algo que ya no se haya dicho o en trazar una geografía afectiva que nos permita (re)visitar esa escritura que sigue desvelándonos a cien años de su nacimiento. Les contribuyentes de este libro se acercan a la autora desde una perspectiva más íntima, abordan aristas menos públicas y menos conocidas, y tímidamente van delineando retratos de una Clarice más cercana y menos hermética. Expandir la mirada significa entonces no solo incorporar nuevas perspectivas para pensar algunos de los textos conocidos de la escritora, sino también aportar lecturas de otros corpus menos explorados como son las crónicas, la narrativa infantil, su epistolario, sus pinturas y sus traducciones. Estos ensayos evidencian la necesidad que se impone de recuperar a Lispector en el centenario de su nacimiento desde y dentro del contexto latinoamericano, contrarrestando así la apropiación que se viene dando en inglés desde el norte anglo-parlante. Este volumen, además de homenaje, viene a inaugurar este nuevo trayecto.