La poética de Rueda se ha decantado y decosntruido en la imagen y el ritmo ya que el autor ha reflexionado sobre su poesía y sus diversos registros a partir de un ejercicio crítico de estos recursos. Desde la pureza de una metáfora visual y un canto de breve cadencia, el autor ha desarrollado una prosa de la evocación y la atmósfera que en su dimensión visual contiene una tensión que desemboca en un hallazgo. La imagen misma, en una construcción de mayor complejidad, va más allá de lo descriptivo y asume en sí misma las diversas significaciones del texto hasta descubrirnos la psique profunda, el misterio poético, la revelación de lo enunciado. También, esta entretejedura se va mezclando, disolviendo, afinando, en una notación de largo alcance y tonalidad que, al mismo tiempo, encauza al texto. Asimismo, la revelación de esta visualidad armónica no sólo se cumple a un nivel de la imagen y la metáfora misma, sino en el hallazgo de una veritas de lo humano, que es la materia de esta Dinastía. [Claudia Posadas]