En forma de "novela corta", el autor expone las preguntas universales que todos nos hacemos ante lo amargo de la vida. Estas quejas que cada día podríamos escupir a la cara de un Dios aparentemente sordo y cruel, gobernador de un reino cuyas puertas a veces parecen más "cerradas" que "abiertas". Una publicación que, dado el estado actual del mundo, creemos que auxilará a algunos en su fe y quizás Dios use para llevar a otros a los pies del Maestro.