En la mejor tradición de gigantes del esperpento y la comedia española como Miguel Mihura o José Luis Cuerda, Los robles de mi pradera nos lleva a un entorno bucólico y rural en el que se suceden las situaciones estrambóticas y exageradas pero no por ello menos verdaderas. Don Crisanto, hombre campestre y adinerado, ha localizado una parcela de terreno en mitad de la campiña que hacer suya, en la que cumplir todos sus sueños. Sin embargo, Crisanto pronto comprobará que no es el único que cree haber visto en esa extensión de pradera más de lo que hay.-