¿Qué se legitima y normaliza con la discriminación y la violencia institucionalizada a la que se ve obligada a enfrentar la familia de la Cruz? Miguelito podría sobrevivir en su nuevo país adoptivo, pero ¿a qué precio?
La novela se abre con la muerte de Manuel de la Cruz, que se está consumiendo a causa de la demencia. Una vez fue un secuaz de la brutal dictadura cubana de Fulgencio Batista. Mientras agoniza, se vuelve lo suficientemente lúcido durante los últimos minutos de vida para ser perseguido no solo por los espíritus de sus víctimas, sino también por la deidad orisha Oggúm de la religión afrocubana conocida como santería. Aunque la historia se enfoca sobre su hijo Miguelito, también se explora la trayectoria de vida de Manuel, específicamente, su complicidad con la tortura antes de la revolución castrista de 1959, sus actividades terroristas contrarrevolucionarias después del cambio de gobierno, su huida de la isla, sus actos de asesinato y su intentos abusivos de convertir a su sensible hijo Miguelito en un macho. La historia de Miguelito comienza siendo un "inmigrante ilegal", viviendo en las sombras de la blancura. Exploramos su vida creciendo en los barrios marginales de la ciudad de Nueva York, el costo que la pobreza cobra a los inmigrantes niños, la violencia que encontró por ser latino, las lecciones que aprende de un vecino gay sobre cómo ser un caballero durante su primera cita con Silvia, la yuxtaposición de ir a una escuela católica durante el día y wo rshipping dioses africanos por la noche, y su último éxito dentro de la academia como profesor, a pesar de que nunca fue aceptado como un igual por sus colegas blancos.