La atracción (y el desafío) de abordar la ejecución de obras barrocas se deriva, en buena parte, y para alegría de sus cultores, de la falta de signos interpretativos en dichas partituras. No solemos encontrar indicaciones respecto de la Dinámica (forte, piano; crescendo, iminuendo...), el Tempo (andante, allegro... accellerando, ritardando...). Incluso la Articulación (clave del cincelado de las frases) suele tener pocas sugerencias y, si las hay, son poco detalladas y de escasa coherencia.
En el presente estudio, Sergio Gustavo Siminovich analiza un arsenal de elementos, que llama "Condimentos", ya que servirían para enriquecer la mirada y praxis del mencionado repertorio. En una primera parte el autor se detiene en uno de los aspectos más excitantes: las variaciones rítmicas que permite la Agógica, examinando más de un centenar de ejemplos extraídos de páginas handelianas. Un segundo tema, Instrumentación, enfoca las muchas posibilidades de que dispone un director para colorear las obras, con la rica paleta tímbrica de la época. Y luego desarrolla un aspecto que es fundacional en el período, la Ornamentación, los Continuos y la Articulación, para dar lugar en la Segunda Parte a un campo eminentemente virgen: el territorio de los Acentos.