?los antiguos Tairona, antepasados de los actuales habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogi, Ijca, San-há), desarrollaron la maestría en la medida y el dominio de los tiempos mediante la observación rigurosa de los ciclos de los astros; los resultados de sus observaciones y su interpretación los consignaban en diversos medios como mapas hechos en la roca, bastones con muescas y a través de la transmisión oral. La comunión (el consumo) de enteógenos en los rituales chamánicos les posibilitaba la incorporación de los dioses y la proyección sobre el espacio y el tiempo; estos rituales les permitía desplazarse hacia otros niveles del mundo y de la realidad, conectarse con el principio y el fin del universo y extraer de allí la sabiduría que legaron a la humanidad a través de los mitos y las tradiciones que aún perduran en la ciencia tradicional de los Mámas.