Falden Corshival es milenario. Inmortal. Encomendado a la tarea de proteger lo que queda de su pueblo; él y sus caballeros lumerios han permanecido encubiertos por más de dos mil años. El deber de Falden es resguardar toda la herencia y la tecnología lumeria que queda, resguardarlas de sus enemigos, quienes aún continúan cazando a los supervivientes. Creía que estaban a salvo en la Tierra, escondidos entre los caldorianos, pero no podía estar más equivocado.
Cuando una entrometida periodista de investigación organiza una «cita a ciegas» con un conocido traficante del mercado negro, Falden sabe que debe hacer todo lo que sea necesario para averiguar quién es ella y qué es lo que sabe, incluso si significa que debe hacerse pasar por el desconocido contacto. Desafortunadamente, Falden ha pasado milenios fuera de la escena de las citas. Peor aún, no comprende los rituales de cortejo de los humanos, y confía todo en una guía hecha por un bloguero.
Isabella Serrano está en peligro. Su amiga ha desaparecido, sus informantes en las calles están asustados y la única oportunidad de infiltrarse en el mercado negro alienígena es aceptando una reunión «a ciegas» con un miembro de un grupo extraterrestre de contrabandistas, de los que disparan primero y hacen preguntas después. Cuando su «cita a ciegas» resulta ser un extraterrestre increíblemente apuesto, pero sin modales y de mala actitud, solo desea clavarle en el ojo uno de sus tacones de diez centímetros.
Sin embargo, un ataque sorpresa la obliga a confiar en él con su vida, y ellos dan rienda suelta a una pasión que podría destruirlos a ambos.