La Argentina exhibe una larga y rica historia en materia de industria aeronáutica, con notables desarrollos llevados a cabo por el sector público con epicentro en el complejo fabril asentado en la Provincia de Córdoba. Sin embargo, el sector privado también encaró emprendimientos exitosos que dieron al país una verdadera constelación de aeronaves de excelente calidad. El más importante fue el que llevó adelante la sociedad anónima Chincul en Pocito, Provincia de San Juan.Como licenciataria de la fábrica norteamericana Piper Aircraft Corporation, Chincul produjo más de 700 aviones de once modelos básicos diferentes, incluidos los monomotores de instrucción PA-18 Super Cub y PA-38 Tomahawk, las familias de monomotores de uso general PA-28 Cherokee, PA-28R Arrow y PA-32 Cherokee Six, los monomotores de uso agrícola PA-25 Pawnee y PA-36 Brave, y los bimotores ejecutivos PA-23 Aztec, PA-31 Navajo, PA-31T Cheyenne y PA-34 Seneca.Con esta producción, la fábrica abasteció el mercado aeronáutico argentino, produjo el recambio generacional de un parque aeronáutico obsoleto y marcó nuevos estándares en la formación de pilotos y la operación de aviones cada vez más complejos. Pero, sobre todo, Chincul demostró que era posible industrializar un país casi desde cero, pues la inmensa mayoría de su personal estuvo integrado por jóvenes sanjuaninos que hubieran estado condenados a trabajos rurales de baja calificación.Eso explica que, a 25 años de su cierre, la sola mención de la palabra Chincul infle de orgullo el pecho de todos aquellos que trabajaron en aquella fábrica inolvidable. A todos ellos va dedicado este libro. Los investigadores aeronáuticos Gustavo Marón y Guido Ghiretti comenzaron a indagar la historia de Chincul en 1987, cuando tenían 16 y 18 años, fascinados al descubrir una auténtica fábrica de aviones a escasos kilómetros de su Mendoza natal. Guiados por ese encandilamiento, dedicaron su adolescencia y juventud a recopilar información, realizar entrevistas y unir las piezas de un mosaico complejo.A través de las páginas de este libro, no solo podrán escuchar los ecos de una fábrica de aviones ya desaparecida, sino que lograrán palpitar al ritmo de los hombres que soñaron, construyeron y volaron aquellos aviones de Pocito.