Los caseros ya han sacado provecho de Lisa. Como su novio lleva meses sin pagar el alquiler los caseros le han ofrecido a Lisa un acuerdo para evitar que los pongan de patitas en la calle. El acuerdo consiste en tenerla a ella. Quedaran de nuevo para firmar un contrato que hace que su encantador y joven cuerpo este disponible cada vez que el senor y la senora Marshall lo requieran (o sea, muy a menudo).