Poeta en Nueva York reúne poesías de indudable inspiración surrealista. Son, sin embargo, bastante más lúgubres que la mayor parte de los poemas de los otros libros de Lorca. Escrito entre 1929-1930 en Nueva York, durante la residencia de Federico García Lorca como estudiante en la Universidad de Columbia, este libro se publicó póstumamente en 1940.
García Lorca es testigo de la Nueva York que sufre por la pobreza tras el crack de 1929. Escribe sobre la soledad y la desesperación en una ciudad de pesadilla donde deambulan seres oprimidos y reina la miseria. Algunos de los poemas están dedicados a los afroamericanos, en particular a los habitantes del barrio de Harlem.
Poeta en Nueva York concluye, además, con dos odas, una de ellas dedicada a Walt Whitman, padre fundador de la poesía estadounidense moderna. Lorca incluye dos valses para celebrar la partida de Nueva York y la llegada a La Habana.
En esa ciudad encuentra la música cubana. Entonces el poeta se transforma, y con él el lector, y así nos lleva las puertas de un lugar mucho para él más luminoso: Cuba.